29 de septiembre de 2013

Crónica, día 27 de Septiembre, año 2013.


Seres brutales y mañanas soleadas. Los Monstruos, al alcance de la mano. Las Sombras nuestros titiriteros.
Una cree tener la magia al alcance de la mano. Un muñeco se levanta y las predicciones se cumplen. Una se sorprende y promete algo mundano barajando las posibilidades, “nada malo puede pasar” cuando junto a vos está un ser cruel, más cruel de lo que podés llegar a pensar.  Una se juega el cuerpo y la cordura sin saberlo, prendiendo algo, haciendo un click en el otro, como escuché en una peli, “no podés pegarle a una mujer como le pegás a una PUTA”
Encendés el fuego y todo es un malabar, desde el comienzo, un juego dilatando los límites de dolor. Pero los límites del miedo, esos nunca se van, jamás.

Las Sombras dicen y deciden. Es posible domar al Monstruo siempre hasta cierto punto. El Monstruo guía tus decisiones, sin que vos lo sepas, corazón. Una tiende a anular los sentidos, en todo momento, se deja llevar. Nos gusta jugar con fuego, con veneno, somos dignas hijas de Eva, queriendo ser Lilith.

Despierto al ser. Temprano; no me esperaba. Supongo de ahí, su enojo. Aunque no creo. Ya era algo que venía esperando, hace mucho.

Enfermarse aún más, cierran la puerta.
“Desde este momento, sos MÍA”
Es un juego, sos un rol por un momento, todas las llamas encendidas.
Los primeros cachetazos, reveses. El sonido es brutal. La humillación es extrema. Los grises se diluyen y todo se torna negro.
(Me olvidé de cómo se pronuncia el Blanco. La Luz me dejó hace rato; perdoname, Dios)
Me olvidé del sabor que tiene el sentirse en paz (¿alguna vez lo sentí?)
Tanta violencia, regalo de…. Mí.

Nudo gitano. El miedo late, nada más. El miedo late, pum pum pum, el pecho se desboca y el corazón se sale del él
Ballgag. A su disposición, Mi Señor.
(¡¿Se supone que he de creer eso?!)
-Sáquenme de acá-
Unas contestaciones erróneas y unas risas encienden su furia, la furia de alguien que cree ser un Titán, una criatura egoísta e insignificante.
(Sos peor que un Monstruo)

La expectativa y boca abajo. Como un chancho en el matadero – o incluso peor , el chancho no elige su pobre Destino, nunca va a estar condenado a ser libre (YO SÍ)

El terror se despierta. No puedo moverme.
Algo se prende. Fósforo.
Los ruegos y sollozos irrumpen, como unos guardianes. Como una Policía que hace su trabajo sin pudrirse.
BASTA
PARÁ
La espalda me arde. Y el grito de dolor emerge, no por la sensación en sí, sino por encontrarme presa del terror, ese que uso tantas pocas veces a mi favor. Tendiendo a prender el control.
Es brutalmente aterrador. Desgarra sentimientos y destruye algo más de inocencia.
Todo porque lo dejé.
La botella de vidrio.
El hielo.
La anestesia y el dolor que vuelve.
Mi Todo se derrite como las paredes.
SOLO QUE SOY TOTALMENTE CONCIENTE.

El intento de romper(lo) fue infructuoso y en cuanto notó que ante Él ya no se hallaban las casi veinte primaveras, sino una nena aterrorizada y llena de dolor, paró.
“Te quebraste” escuché con sorna.
Dos palabras, y confiesa que aún le faltaban las agujas
“Estoy enfermo” y se ríe hermosamente.  Ya no, es un Monstruo.
No es lo mismo que cuando tenía nueve años. Nunca lo fue.
El calor de las agujas.

“Quiero escucharte tocar violín” después de unas Cartas Zener; Mentalista, no trates de sugestionarme. No sentí nada en el dedo cuando me lo dijiste. La ilusión nunca está completa.
SIGO SIN CREER EN LO SURPRANATURAL.

Negocié esperando un solo de violín. Todo terminó en un video.
El cuerpo, la decisión y una cuota de Destino son sabios a la hora de llevar a cabo una venganza involuntaria. No todo es porque sí.
(Lo negro ahora es color bizarro)
Mezcla de sustancias y asco. Unas manchas y la huída.
Crucé la puerta que Él me abrió para esperar continuar el día. Lleno de música y tristeza que esta vez, no me pertenecía. Unas risas y una ópera. Una chica encantadora, a la que en este momento le toca aprender a vivir.
-Gracias por una hermosa tarde, Directora Coral-
Mejillas rojas cara de zombie y fiebre.
Cae la noche y es cuando, en compañía de la mejor calidad, los Monstruos y las Sombras cobran presencia golpeando y hablando y pensando, knockeándome hasta que me quedo en posición fetal, el sueño aparece, Morfeo querido, haceme desaparecer un rato de acá, soñando que hablo cuando hablo mientras sueño, alojándome en un abrazo que esta vez no mendigué, me acuerdo y me duele.

SÁQUENME DE ACÁ.