27 de febrero de 2014

Desarma

Creí haber escuchado un susurro. Pero, confirmo, no es nada que no haya imaginado previamente.
La piel
salada irresistible
Y las luces de la Ciudad que me dejan ciega, flash por delante y Cielo detrás
Palabras que nada valen sin
la empiria que las respalde, hablar por hablar a la rotura no es recomendable a la hora de
mantener la estabilidad.
Oliva, Olivia
no puedo olvidarme porque me quedó en la piel el bienestar y la ponzoña, el recuerdo de las horas que nunca se animaron a pasar, y cuando llegaron se burlaron se cagaron de risa y me escupieron al momentode lavarme la cara y salir adelante.
Los pulmones no dan para más.
No solo por la risa por embeberme en el perfume que sale de tu boca
y creo que me estoy enfermando, otra vez.
Me abruman todas las Sombras juntas, y ya no está  mamá  para darme un falso consuelo; me apuñala, como yo a ella. Ya no te necesito en mí.
Otra vez el que está de turno.

Y me brindó más paz de la que pude haber merecido o haber sentido en toda mi puta vida.