19 de mayo de 2015

Cuatro: Ficciones

Me inyecté una vez más desolación y libertinaje. Caminé y a lo último creí que me seguían, la paranoia nunca se va.
Probé los cafés más ricos de mi vida. Y me abrigué al son de la música y los cantos, me fui a dormir a otra piel.
Desventuras de una
sola
noche.