21 de mayo de 2015

Lactar

Qué rico el jugo de melón. Lo imagino entre mis dientes como sus hijos dentro de mis ojos.

Tragos de Nada que me dicen que soy fácilmente
reemplazable.
Influencias de vidrio y cartón. Impulsos poblados de miedo.
Soy un ser una criatura un animal
un ente
que amaga a abandonar su ego
y tiene discurso de zurda miserable
cuando patina el embrague
cuando se ve acorralada
pero si te fijás bien, ama errante
ama equivocada
y odia con el resto de vida que le queda.
Soy una cosa
prescindible.

Inquietud

Ropas de hombre
de pibe de varón.
Siempre, nunca dejo de tener frío
busco esa pertenencia
mi souvenir.
Porque es tuyo y no deja de serlo
pero tu tela ahora es mía
se convierte en mi piel
por sobre las calzas
y abajo del acolchado.
Ya no tiene tu olor
sólo mis aromas y mis llantos
quizás perfumes ajenos
desgracias egoístas
noches en vela y días de insomnio.
No es tuyo
y mío es ilusorio
es del recuerdo del momento al cuál perteneció alguna vez de forma genuina
sin contaminar.