26 de febrero de 2015

Él está en todos lados

Cuando salgo del nido
o a veces dentro de él
(cuando cumplo Sus mandatos)
siento lo que debo ser
me siento como casi siempre
quise.
Entrando y saliendo de
laberintos lujuriosos
sesiones viciadas
maquillajes corridos
sin dejar de ser
yo
(Él jamás permite que me olvide de eso)
pues de a retazos me formé
renunciando investiduras
duelando las cicatrices.
Ya no se nota tanto
la música cambia
y mi color de piel también
(Amo quiere que tenga, un color)
se vuelve mi comodín
a la espera de obtener
de forma oficial
de ser totalmente
suya
manteniendo la calma y
sometiendo mi servicio
a Sus órdenes
y saber que no me pertenezco
que me entrego
y me hace feliz.
Una vez en mucho tiempo
al fin un poco de luz que dura
no una vela.
Una linterna.

22 de febrero de 2015

La grulla azul

El manotazo de ahogado. Una soga. Un respiro cuando la brea
se apodera de mis pulmones.
Camisa de once
varas
nada mágicas
y a la espera del martirio.
Consecuencias irrefrenables
gritos castrados
ataques de pánico
castigos imperiosos.
Nunca creí tanta contradicción
tanto baile
para llegar al risco
y ver el oleaje
que espera.
Me atan cadenas
de mente
sogas de hilo rojo
muñequeras brillantes
y cuchillos de juguete
que hoy sí están en miras
de mi felicidad
Pero.
No puedo bajarme de este vuelo ya
me amenaza
el terrorista
la grulla azul.

17 de febrero de 2015

Fear

Voy a hacer un tres en uno; San Valentín, dame un beso negro y a la cama. El horario de protección al vainilla se terminó hace un buen rato.
A la cama, querido. Aunque la culpa me coma las córneas
los tímpanos
el ser
soy mis errores y ya no hay tiempo
para arrepentirse
sino que miro a los costados y veo
cadenas
de las que me gustan
y moretones en la piel
sin hacer caso a ninguna clase de fantasma.
Una vez más al ruedo a prueba
a ver qué tanto soporto
mi pelo quemarse.

10 de febrero de 2015

ACV

Porque el cielo sangraba
y hacía calor
abrí mi cabeza
vi los álbumes que
recopilaban fotogramas
mechones de pelo
momentos cortos como un gif
perfumes salvajes
mañanas heladas de sol plateado.
Abrí la cabeza
el despliegue de la juventud
tan finita
el latido de mis ojos
y millones maneras de morirme
por cierto, todas fallaron
al menos en lo que compete a la carne.
Quise saberme imposible
por aquel entonces
hace tantos milenios luz ya
se encuentran lejos
las razones que alguna vez
fueron mi motivo para continuar.
Abrí la cabeza
la hemorragia no tardó en llegar
fue un mareo
un par de lágrimas
y a suturar.
Cuando me desperté
seguí viendo al cielo sangrar
y el calor pegoteaba
mi pelo y mis ojos
volví a acostarme
y cerré
volviendo al coma
la bella sensación de la anestesia.

El Carnaval

Pude subirme a los confines más enfermos
contra la pared o de rodillas
y elevarme
expiar y sentir
el dolor que quemaba, apenas.
Hoy me siento tan mal conmigo
que ninguna quemadura
es suficiente
tampoco descarga eléctrica
o una caricia en el pelo.
Es que viví el Carnaval
es que tuve que volver al cuadrado
a la lejanía
a lo miserable que debo pasar
aún.
Vivir de esa forma
no parece tan malo
cuando los días sólo
pasan.

4 de febrero de 2015

El Cristo

Es que bajo la mirada punitiva
me vuelvo el Cristo que tambalea
atado de hilos y sal
azotado por sus faltas
ante el pecador aquel que sostiene
un cinto una fusta
un cigarrillo.
Un Cristo que tiembla a la hora
de enfrentar las vistas de reojo
lo expuesto anteriormente.
Un mártir que no se arrepiente
de haber dado su cuerpo a la causa
libertino enfermo
poesía mediocre.
Me convierto en un Cristo de madera
que se desmonta dada la ocasión
que espera ser relevado de la cruz
y al tiempo resucitar
la carne regenerar
finalmente al amor
nunca, pero nunca esperar.

1 de febrero de 2015

Hubiese sido genial ceder a la histeria
a los compases mortales de los tiburones
que jamás dejaron de acechar
pues a veces la salida es sólo una
cuando vamos a los tumbos por la neblina
de la adolescencia.
Me habría encantado enamorar
no por palabras y virtualidades
mendigando cariño
ofreciendo sexo mediocre
manjar de los desalmados.
Amistades corruptas
cielos desmembrados
panzas que en algun momento se vuelven anónimas
abrazos baleados
que se desangran con cada segundo que corre
antes de que termine el turno.