1 de noviembre de 2013

I used to

Daba vueltas y vueltas consumiendo el mareo
Te vi a la noche hablando con un conocido extraño y mendigué enfermedad para poder seguir despierta.
Todas las noches ibas ahí para volver
Y todas las noches estaba ahí para cumplir
Me dijiste que somos constantes históricas personales en cualquier lugar, como aquel, que arrebató algunas de las mejores cosas de mí
Eran madrugadas sin cambalache pero llenas de violencia y vorágine, saturadas de enojo
Yo me escapaba lejos con vos para perderme en algún lugar prestado
Cuando solía creer, que las cosas podían, estar mejor
¿Por qué vienen a la cabeza esos ratos superfluos llenos de Suerte y un perfume que incineraba mis primaveras de joven?
Todo terminó por destruirse
Cuantificando tiempos
Calificando ratos
Embriagando mis ojos
Cegando mis pulmones
Eventual
Azaroso
Diáfano
Un amanecer, una lluvia, una sábana y muchos miedos
Envolví mi máquina de sangre para enterrarla lejos. Ya ni recuerdo dónde está.
A veces, solo a veces, extraño ser yo.

Mano a mano

Nuestras violaciones hacia la dignidad constituyen un patrón ya cotidiano, haciendo imposible el hecho de denunciarlo o simplemente, hacer algo.
Es una lucha un nerviosismo, caretas por todos lados.
Ah, también máscaras y vestidos de quince profanados.
Ya no es necesario ver la sangre para saber si es verdad.
Porque nos conformamos con piropos efímeros y heridas a medio curar.
Quizás endulzarnos la piel funcione, para más adelante, para creer que tenemos futuro.
Futuro.
Si todo yace en el Valle de La Perdición
Yo no temeré pues Él me acompaña a través de las Sombras
Él
¿Dónde estás Dios?
¿Las ovejas perdidas y mutiladas ya no merecemos amor?
Maldigo y vomito y maldigo y salgo triunfante.
Pues aún sin Tu amor o el de cualquiera, yo debo seguir.
Debo seguir.
Violando a la dignidad o simplemente olvidando que soy una mujer para volverme La Bestia.
Debo seguir.