4 de noviembre de 2014

Me refugié en pieles ajenas
con mucha piel
a veces no tanta
en ciertas ocasiones tan mal
no la pasé.
Embriagada de Bukowski
y poesías crudas
llenas de próceres
folletos de agrupaciones
borradores y bocetos que quizás
jamás vean la luz
como las ideas que duermen
en el ficherito sobre la cpu.
Duelos y lágrimas
silencios prolongados de muerto
preguntitas inesperadas
sonrisas que se me escapan
en una piel no tan piel
en un algo que ahora se parece a un alguien.
Lejos lejos.