Quemar
sentir el olor putrefacto
carne que ya no se regenera.
Quemar cartas y flores
respirar sus cenizas
para formar parte del ser.
Quemar municiones
gasolina
porque nada pasará desapercibido.
Quemar ojivas
destruir cabellos y sin olvidar
quemar el amor.
Quemar lo que hicimos de nosotros
los cuentos sin contar
el vicio de creer.