23 de marzo de 2015

Esto es sólo el comienzo

Cambié; no sublimo tanto, soy perversa.
O al menos un poquito.
Me encanta como me abre
me parte en mil pedazos
entre otras cosas.
Me junta en pedacitos
me momifica y vuelve la unidad
de cuerpo
sin dejar de sentir egoísta
porque la obsesión no se va fácil
el dolor es muy rico como para dejarlo
ir.
Como las varillas.
Lo hermoso no es el acto, sino la fantasía
que lo deforma
y me excita
me moja
me enferma.
Dejarme
ir.
Me acuerdo de tu pelo
rojo, fuego, naranja, cálido
y ojos oscuros
y cantás
como una puta histérica
bajo los reflectores
el pelo brillando
la sonrisa quebrando
y te venís a mi cabeza
en estos días
me invitaste sin motivo
y no iba a morder el anzuelo
de nuevo
porque si la última vez
mis costillas no se quebraron
en esta ocasión se iban a romper
mis dientes de cristal.