Bajan

Instalé uno o más fantasmas porque no poseo criterio de sensatez.
Los mareos y las excusas irrumpen para que toda acción sea en vano.
En estos momentos no hacen más ganas que desaparecer en un colchón. No moverme.
Llena de náuseas.
Y desaparecer anhelando pastillas.
El brazo vuelve a latir. Aun más fuerte que antes.

Primavera

El Desastre finalmente llegó.  Recibido con bombos y platillos, alaridos, lluvias de sal.
El Desastre se vio bienvenido. No piensa irse, no jamás.
De lo único que hacen ganas es de desaparecer entre las sábanas y disparar hasta que se extinga el sol. Soberano molesto.
Dolores de mujer. Silencios obligados. Y falta de pastillas inundada en miedo que se ve como cobardía.
Puntos suspensivos y a morir.

Al borde

Un corte más. Uno más al borde y al sobre.
Uno que envío por correo a Austria, otro porque hay que sangrar en más de un lado.
Aquel por vos y vos y mis amores enterrados y aquél otro porque la esperanza pulula cerca.
Al borde de la muñeca del abismo (vaya novedad) al filo de la noche y los cuadros rotos, los vidrios llovidos estallados, al borde de la cordura. Saltar al vacío.
La cosa es caer.
Un corte por acá, escenas perdidas ensamble perfecto y falos que se alzan por milésimas de segundo y provocan llanto y sequedad en la boca.
No llegué a leer la filosofía ancestral. Sólo pude pensar en ladrar y cortar. Desear dejar de respirar. Y que dejes de esconder los combustibles. A veces tengo que seguir.
Un corte más. Uno más al borde y al sobre.

Devuélvanme mi Invierno berreta

Son increíbles las formas de evadir y rodar. Rotar sobre las mismas constelaciones una y otra vez cada nosécuánto tiempo. Sin pensar en las paredes. Creyendo finalmente en Nada.
Encierro. Y cielos negros sin estrellas. Sogas al cuello. Y corsets que deforman los órganos. Todo para culminar en que no interesa la cosa en sí si compulsivamente nunca podemos llegar a entender li que realmente importa. Si es que importa.
Desaparecer no arregla las cosas. Pero estar tampoco.

Nota a Ulises (Poema a un niño muerto)

Es un buen día,  día.  Nublado
Congela las almas
No parece durmiendo no se encuentra en paz. Sólo golpeado y con la piel verdosa. Hinchadito.
Sin saber lo que se perdió
O lo que iba a sufrir
Los silencios las máscaras el dolor
Estupefactos al lado del féretro oscuro
Se supone que no es así pero
¿Quién dice cómo debe ser?
¿Dónde está Dios acá?
Su hermano mayor se hunde en la angustia de aquella figura fría detenida en el tiempo
Congelada por siempre
Irreparable irreversible
Increíble desconcierto
No te lo deseo jamás
Sólo espero que si te fuiste a algún lado
No haga tanto frío como acá

Un método diferente

wLos momentos inmóviles pensaron
Locuras y enfermedades
sentados en el diván
oyendo los tic-tac
de la vida que se les escurría entre las uñas
pintadas de brea
oh, sus ojos de diamante
sus muertes llenas de ecos
sus movimientos
paralizados en el dejo
de las memorias teñidas
de rock and roll y mentanfetaminas.
Los momentos inmóviles pensaron
poesías y colores
acostados en el asfalto
amordazados de deseo
mutilados de sentir
mármol y sepulturas de crayón
recuerdos de la infancia la
falsa alegría
de saberse incompletos alguna vez.
Los momentos inmóviles pensaron
cuentos y golosinas
aberrantes placeres
como el creer y sentirse uno
sin fraccionarse
sin estupidizarse ni fumar
las penas
tomar los licores
maniatar la esperanza.
Los momentos inmóviles pensaron
en ser exquisitos
érase una vez.

(Superando dualismos ridículos noté mi completitud, cuarto creciente de testigo, llaves rotas pájaros muertos al borde del abismo, presionando al dulce que se desprende del cuello. Mirar al punto fijo a la nada me impone ser y asumir lo que le otorgo al Edipo.
¡Ayuda! Estoy empezando a creer.
Una vez más entre tantas otras)

Desintegrando

Dulce repugnancia de día nublado. Té de vampiro, tampones usados. Textos eternos y resaltadores que jamás alcanzan. Nada se encuentra inagotable. Sólo la desesperanza.
Y el principio de Irrealidad. Irracional. Inyecyando purpurina en los ojos. Nunca es lindo ver

Watch the weather change

Trato de calmar con nicotina y un conjuro libanés el pesar que pertenece al duelo del septiembre que me cambia todo el clima y he de sobrellevar de ahora en más
Quitarte los cariños porque duelen gracias al egoísmo y la introversión por mi parte. Justificando lo que no se puede, irremediable irreversible infectada.
Crueles las indiferencias y extirparme de tu calor. Ningún vínculo dura lo suficiente
Querido, te pido perdones. Aunque nada valgan ya.
Buen viaje.

El bloqueo duele. Sentirse enferma también.
Y seguir en el ciclo que aparenta estático. Pero nada lo es.
No merecer. No querer. Y que de nuevo la marea golpee mi cabeza.
Esto se vuelve cada vez más agobiante.

(Intento) Capicúa

Polimorfismo cerebral; recuerdos cortados de hombre sin nombre. Minotauros rodeados de hiedras venenosas y frutos rojos; corona victoriosa de laureles de incienso. Se desvanecen en un delirio de ensueño y colores ácidos, sabe a  hongo nuclear.
Gritan y se enojan. Siempre viven enojadas. Me incluyo.
El corazón se empequeñece,  y contempla las rupturas constantes de las estatuas de cristal, las piñatas humanas, la sangre de mi sangre.
Los alaridos y los llantos. E ignorar y quebrar.
Y unirme a la hecatemobe abortiva.
Es un festín un sacrificio. A devorar y recordar.
Y de vuelta al plástico y la rigidez.
Todo esto se soluciona con un bidón de gasolina.
Polimorfismo cerebral; recuerdos cortados de hombre sin nombre.