23 de abril de 2015

Abril

Hoy vuelve a ser martes. Me levanto y desearía la Nada.
Me levanto y noto la espuma que se desprende de mi boca
y la lengua maltrecha
y los dientes astillados
gracias al bruxismo
la espuma y la sangre
de un día más de Nada
de ser consumida
por lo que queda de mí.
Las cenizas aún flotan
y la urna se había cerrado hacía rato
respiro al muerto
polvo muerto
yo deseo estar muerta.

15 de abril de 2015

Un poema

Siento tanta nada. Tanto vacío
tanta distorsión.
Camino por los pasillos de La Casa y las figuras se estiran me aplastan
me veo desmembrada bajo las luces.
No puedo dejar de contemplar el horror paso tras paso
la deformidad, las carnes que no existen
las pieles que se caen
y el tic toc martillo en mis huesos
en mi sien.

7 de abril de 2015

Cadáver Exquisito

Los días se hacen eternos aunque te ame acá sólo unas horas, irreales, inexistentes, desaparecidas. Observados por un Sol de diamante en bruto, sin pulir, sin brillar, siempre listo para ser erosionado por mis manos, que causan magia y provocan contorsiones en los juegos profanos. Cada vez me gusta más pecar y no sólo en mi nombre; con vos todo se volvió más lindo. Tus fetiches se vuelven míos también. Míos como nunca lo fueron, tuyos como jamás lo serán. Nuestros, como son, como han sido, como podrían ser. Miles de mundos se ne vinieron mil veces a la (¿única?) cabeza. A pesar de los mapas de los caminos desandados y las condenas a la hoguera, estoy acá, allá y en todos lado, donde quiera que haya una lágrima de marfil, un llanto de sangre, una sonrisa de carbón.

3 de abril de 2015

Descarado hereje e impuro.

Se toma el descaro de contactarme
no una, no dos, sino tres veces. Y a la tercera me habla
sabiendo que pertenece a un segmento oscuro
que sólo quiero enterrar.
Allá por el dos mil doce y dos mil trece, no tenía dos décadas encima. Y yo quería jugar.
Cuando me di cuenta me la pasaba llorando
sabiendo que escondía a lo que más le tenía miedo. Escribió un te amo en mi espalda
con sus dedos mágicos, en aquel entonces.
Se dio el lujo de decirme Linterna.
Hereje
me escondió el amor que sentía hacia otra mujer
sabiendo que la carne joven no se iba a ir. Porque realmente
lo amaba.
Respuestas mías sin enojo racional no puedo brindar.
No me sale perdonar. Jamás fui buena en eso
entonces pedí su ayuda; y creo que el descarado se habrá llevado una sorpresa cuando
escuchó su voz en italiano.

1 de abril de 2015

Dos: Hola mi amor.

¿Escuchás eso? ¿Podés escucharlo? Son mis vísceras; todas y cada una gritan tu ausencia, vociferan tu nombre, reclaman tus dedos para ser desgarradas.
Desde lo más hondo mis ojos ruegan que no te despegues de mi cerebro, y mis uñas exigen tu piel muerta.
Deseo que me comas hasta la última astilla de hueso.
Ya no puedo dejar de extrañarte, y quiero que seas tal cual imagino.

Pienso un recuerdo falso, en el que te esperaría sentada en algún lado, preferentemente desolado, una parada de colectivo en medio de la nada misma, un desierto, todo blanco y lleno de luz y viento y polvo, en Córdoba.
Quiero que vengas cuando estoy mirando para otro lado, seguro fumándome un cigarrillo mantando la ansiedad, con mis lentes oscuros, te acercarías y nos veríamos y sonreiríamos como idiotas (quiero creer que voy a encantarte cuando me veas) y después de sacarme suspiros del pecho de un abrazo, besarte hasta dormirme en tus labios, y luego del preludio susurrarte con la cara a punto de rompérseme de tanto sonreír.
Susurrarte, mientras te toco el rostro, y guardo tu olor en mi nariz, mientras me mirás y nos sabemos reales.
Susurrarte, decirte después de todo, "sos como te imaginé"

- Pensó eso y siguió durmiendo la siesta, sintiendo el someday somehow más real que nunca en su piel -