21 de septiembre de 2014

Al borde

Un corte más. Uno más al borde y al sobre.
Uno que envío por correo a Austria, otro porque hay que sangrar en más de un lado.
Aquel por vos y vos y mis amores enterrados y aquél otro porque la esperanza pulula cerca.
Al borde de la muñeca del abismo (vaya novedad) al filo de la noche y los cuadros rotos, los vidrios llovidos estallados, al borde de la cordura. Saltar al vacío.
La cosa es caer.
Un corte por acá, escenas perdidas ensamble perfecto y falos que se alzan por milésimas de segundo y provocan llanto y sequedad en la boca.
No llegué a leer la filosofía ancestral. Sólo pude pensar en ladrar y cortar. Desear dejar de respirar. Y que dejes de esconder los combustibles. A veces tengo que seguir.
Un corte más. Uno más al borde y al sobre.

Devuélvanme mi Invierno berreta

Son increíbles las formas de evadir y rodar. Rotar sobre las mismas constelaciones una y otra vez cada nosécuánto tiempo. Sin pensar en las paredes. Creyendo finalmente en Nada.
Encierro. Y cielos negros sin estrellas. Sogas al cuello. Y corsets que deforman los órganos. Todo para culminar en que no interesa la cosa en sí si compulsivamente nunca podemos llegar a entender li que realmente importa. Si es que importa.
Desaparecer no arregla las cosas. Pero estar tampoco.