Viví mil años hasta
que el coma me durmió.
Dormí
mil años más
y el tiempo pasó.
Me desperté con un cadáver a mi lado
y no precisamente
de los que solía
conocer.
Aún no es tarde porque me puedo
despertar
pero el tiempo pasa
y las mentiras
son cada vez más verdades.
El legado
mi verdad
no mi esencia
la no esencia.