Desnuda más de la cuenta

Hola, si. Te quería contar que son casi las cuatro y los mareos siguen acechando. Sí, hoy o ayer estoy más sensible de la cuenta.
No es por la cerveza o el frapuccino, no, tampoco es porque acabé hace un rato. Para nada.
Pasa que una piensa y es inevitable
especialmente si la ciclotimia arrasa
huracán que destroza
vestigios de memoria
momentos felices.
Simplemente estoy sensible.
Tengo una doble ciudadanía de algo que me encanta pero no me representa.
Tengo un dolor profundo en las vísceras por no ser ni tener coraje para ser.
Tengo más fantasmas presentes de lo que me gustaría
con los cuales no puedo lidiar
y termino tomando un té con scons
antes de que noten que no pueden hacerme feliz. Mis sombras.
Tengo una madrugada que me disfraza de poeta y confunde absolutamente todo lo que conocí alguna vez.
Tengo una soledad que nunca me deja sola
a un costo altísimo, haber perdido la anteojera
habérmela dejado
o habérmela quitado, ya no estoy segura. De nada.
Tengo envidias de posibles que yo misma arruiné. No puedo evitar arruinar, está en mí,  la ciclotimia demanda destrucción, y hasta no satisfacer directo no para. Luego viene la angustia y todo lo que ya sabemos.
Tengo la certeza de que no soy el ningún para siempre de nadie por el simple hechp de no merecerlo.
Sigo en la dulce espera, me volví una marioneta sin rumbo.
Perdí el rumbo que jamás tuve.
Sí, confundo y nunca sé lo suficiente.
Pero como te contaba, estoy sensible más de la cuenta.
Me estoy desnudando
en vano
por todas las razones
equivocadas
y mil correctas más que no recuerdo
porque todo se confunde
porque respirar es algo que ya no aprecio
si con cada carcajada vienen dos horas de llanto.
Soy mis errores.